Ayer, 15 de febrero, se celebró el día internacional del cáncer infantil y me gustaría compartir el papel tan fundamental que tiene la fisioterapia en los procesos oncológicos pediátricos.
¿Y sabes por qué me apetece compartir ésto? Pues porque, cada año, alrededor de 1.100 niños menores de 15 años lo padecen y es, incluso, la primera causa de muerte infantil en nuestro país. Por norma general, el cáncer en los niños no se puede prevenir, es por ello por lo que la estrategia más eficaz es el diagnóstico precoz y la intervención multidisciplinar de distintos profesionales de la salud, y es ahí donde los fisioterapeutas desempeñamos un papel importantísimo para evitar las complicaciones asociadas y prevenir secuelas.
Desde la fisioterapia son muchas las actuaciones que podemos llevar a cabo con el único fin de mejorar las distintas capacidades y habilidades de los niños para conseguir:
- Mejorar los trastornos motores y neurológicos
- Aliviar el dolor y los problemas óseos y musculares asociados
- Reducir las secuelas respiratorias
- Mejorar el equilibrio, coordinación y propiocepción
- Reeducar la marcha
Sin duda, estamos presentes en casi todo el proceso.
Mi más sincera admiración para todos los superhéroes que luchan cada día.