La punción seca es una técnica invasiva que se utiliza en fisioterapia para el tratamiento del dolor y de los puntos gatillos miofasciales (PGM). Estos PGM, aunque se desconoce a día de hoy su origen, sí se ha demostrado que son una especie de nódulo que se localiza dentro de una banda tensa muscular. Para reconocer que realmente estamos localizando un PGM, debe reproducir sintomatología dolorosa a su palpación y compresión. Además, puede dar dolor referido a otras partes del cuerpo y provocar disfunciones.
Para su correcto abordaje, una de las técnicas de elección es la punción seca, en la cual se emplean agujas estériles de distinto tamaño, según la zona del cuerpo a tratar y, si se realiza correctamente, es un abordaje casi indoloro. Se necesita de un consentimiento informado por parte del paciente, donde acepta haber recibido información detallada sobre la misma y da su consentimiento para poder realizarla.
Además, el profesional sanitario debe cumplir con una serie de requisitos:
- Utilizar guantes para el abordaje.
- Desinfectar la zona del cuerpo a tratar.
- Garantizar el bienestar del paciente.
- Primar la comodidad y seguridad del paciente.
- Comprimir la zona durante unos segundos tras el abordaje.
- Realizar estiramientos para producir mayor analgesia pospunción.
Si bien, la punción seca es una técnica bastante efectiva, hay que tener en cuenta que existen una serie de contraindicaciones, en las cuales no se debe realizar. En estos casos, el tratamiento del dolor y de los PGM se haría, sobre todo, con terapia manual neuromusculoesquelética. Las contraindicaciones a tener en cuenta son:
- Personas con intolerancia a las agujas.
- Personas que padecen alteraciones en el sistema inmune.
- Personas que estén recibiendo tratamiento con anticoagulantes o antiagregantes.
- Personas con enfermedades infecciosas (VIH, hepatitis…)
- Personas con problemas epilépticos.
- Personas con procesos neoplásicos (cáncer).
- Personas que padecen linfedema, enfermedades dérmicas (psoriasis…), heridas, erosiones o cicatrices.
- Mujeres embarazadas (durante los 3 primeros meses de embarazo y zonas que puedan afectar al feto).
Por último, son pocas las reacciones adversas que existen. La mayoría son dolor a la punción y pospunción (que no supera las 48-72 horas), sangrado, hematoma y mioedema. También puede ocurrir que hayan síntomas leves de sudoración y palidez y, en muy pocas ocasiones, rotura de aguja, neumotórax y sensación eléctrica si la aguja entra en contacto con un nervio.
Es importante conocer toda esta información antes de aceptar la punción seca. Elige un profesional sanitario cualificado y no dudes en resolver las dudas que tengas. Recuerda que es una técnica más para el tratamiento del dolor, pero no es la única. Sin tu consentimiento no se puede realizar.