¿Qué es el dolor de hombro?
El dolor de hombro es uno de los motivos de consulta más frecuente, ya que es la tercera causa de dolor musculoesquelético en la población. Su prevalencia es del 7 al 67% de personas que sufren un episodio de dolor de hombro a lo largo de su vida y el 34% de éstas son mayores de 65 años. Sólo el 21 al 50% llegan a recuperarse por completo a los 6 meses, pero del 40 al 54% continuarán con dolor de hombro al primer y tercer año del inicio. Ésto hace que precise de una correcta anamnesis y exploración física para conocer su causa, puesto que, si no ha habido un traumatismo previo, hay múltiples factores y distintos componentes que pueden estar influyendo.
Actualmente, hay una falta de consenso entre los investigadores a la hora de definir el dolor de hombro, pero la definición más utilizada hace referencia a cualquier dolor originado en la articulación glenohumeral o en cualquiera de las estructuras adyacentes. Por este motivo, una buena valoración y exploración física debe incluir a las distintas articulaciones que componen el hombro, la bursa y al complejo tendinoso del manguito rotador, así como a la cabeza larga del bíceps. También, hay que valorar a nivel cervical, dorsal y al tejido neural. Si se sigue este esquema, se puede realizar un diagnóstico funcional que nos aproxime a conocer la causa del dolor de hombro.
Causas principales del dolor de hombro
La articulación del hombro es la más compleja del cuerpo humano, ya que está constituida por:
- La articulación acromioclavicular, que permite los movimientos de deslizamiento superior e inferior y anterior y posterior del hombro, está constituida por el ligamento coraco-acromial y coraco-claviculares que le dan estabilidad. Esta articulación presenta inervación del nervio supraescapular y del nervio pectoral lateral, por lo que una afectación en esta articulación daría un dolor en la zona anterior y lateral del cuello, cara anterior y lateral del hombro, así como en la región del trapecio superior y supraespinoso y, el dolor puede irradiarse a la base del cuello o brazo.
- La articulación esternoclavicular permite los movimientos angulares del hombro que son los de rotación, elevación y descenso y, protracción y retracción. Está formada por los ligamentos esternoclaviculares anterior y posterior, por el costoclavicular y el interclavicular que le confieren estabilidad. Además, está inervada por el nervio supraclavicular medial y por el subclavio. El mapa de dolor de esta articulación es un dolor localizado en el trapecio superior, escalenos y esternocleidomastoideo, es decir, en la zona anterior y lateral del cuello y, que puede irradiarse al hombro y al brazo.
- La articulación escápulotorácica, considerada una falsa articulación, permite los movimientos de elevación y descenso, de retracción y protracción, de rotación superior e inferior, externa e interna, así como de inclinación anterior y posterior del hombro.
- La articulación glenohumeral está constituida por el intervalo rotador, el cable rotador y el labrum que le dan estabilidad capsuloligamentosa, así como por el manguito rotador que le confiere la estabilidad dinámica. Está inervada en la cápsula anterior por el nervio pectoral lateral, subescapular y axilar y, por la cápsula posterior, por el nervio supraescapular y axilar.
Por otro lado, lo que se ha podido investigar acerca de las bursas del hombro es que son fundamentales para el movimiento normal, por lo que, pueden estar relacionadas con la causa del dolor y con la disfunción.
Abordaje terapéutico
Es importantísimo, en la primera sesión, valorar todas estas estructuras implicadas para poder realizar un buen diagnóstico y establecer un plan terapéutico que, debe incluir, fundamentalmente, terapia manual y ejercicio terapéutico, con el fin de producir analgesia e ir aumentando los rangos de movilidad. Conocer y estudiar cada caso de forma individual ayudará en el proceso de mejoría.
Acude siempre a un buen profesional sanitario, estarás en buenas manos.