La cefalea cervical es lo que se conoce comúnmente como dolor de cabeza y cuello. A menudo se suele confundir con la migraña, por lo que hay que prestar atención a todos los síntomas.
Normalmente, durante la exploración clínica, empezamos diferenciando si es de origen discal, radicular o articular, ya que en estos casos suele ser un dolor irradiado por toda la parte posterior del cráneo y toda la extremidad superior hasta la mano.
¿Cómo saber realmente el motivo?
- Si durante la reproducción de síntomas el dolor es bilateral pero que mejora con los movimientos repetidos o con la retracción y la extensión de cuello, estaríamos valorando la posibilidad de que el disco vertebral fuera el causante de dicho dolor.
- Si el dolor no mejorase con estos movimientos pero sí con la flexión cervical y resulta que al realizar el test de spurling éste nos da positivo, podríamos estar ante una radiculopatía.
- Si, por último, el test de spurling fuese negativo, pero resulta que cuando palpamos las carillas articulares ésto reproduce un dolor unilateral, podríamos estar ante un problema articular.
No obstante, puede ocurrir que con toda esta exploración la sintomatología no mejore o no consigamos reproducir todos los síntomas, por lo que habría que realizar una valoración muscular.
- El trapecio suele dar un dolor referido que va desde el cuello hasta la base del cráneo, pudiendo llegar hasta detrás de la oreja, ojo, ángulo de la mandíbula y el brazo.
- El esternocleidomastoideo da un dolor referido al cráneo y parte superior de la cabeza hacia la frente, sien y clavícula.
- Los suboccipitales suelen ser un dolor en toda la cabeza.
Está claro que el tema del dolor es muy amplio y que tiene muchas posibles causas.